Cebolla sí, cebolla no, hecha, poco hecha, muy hecha, el debate está servido. Ahora bien, si le cambiamos el color de la cebolla, o le añadimos algo más, podríamos abrir la caja de Pandora de los debates “tortillísticos” que no es lo mismo que tortilleros, lo que no hay que discutir, es que están todas buenas y una tortilla entra bien a cualquier hora del día…